Ñinga
En Venezuela, cuando algo es tan pequeño que casi ni se nota, decimos que es una ñinga. La palabra se usa para medir lo mínimo de lo mínimo: una gota, una porción chiquitica o una cantidad tan poca que da risa.
Se aplica en fases como: “Chico, eso no alcanza pa’ nada, eso es una ñinga de arroz.” o “Le echaste una ñinga de gasolina al carro y quieres que llegue a Mérida.”
También puede aplicarse a personas: “Esa niña es una ñinga, pero tiene un carácter que ni te cuento.”
El origen de la palabra no está del todo claro, aunque muchos lingüistas creen que viene de raíces africanas o del uso popular para imitar sonidos suaves o cortos, como si el mismo nombre ya indicara lo pequeñito del asunto. En todo caso, una ñinga es una de esas joyas del habla venezolana que dice mucho con muy poquito: basta mencionarla para que cualquiera entienda que estamos hablando de algo pequeño, escaso o hasta tacaño. Incluso puede utilizarse al extremo del diminutivo “una ñinguita…”
