Más vale prevenir…
La sabiduría de anticiparse a los problemas en el mundo empresarial.
En los negocios, como en la vida, los errores cuestan caro. Algunos se pagan con dinero, otros con reputación, y algunos de los más graves, con el cierre de una empresa.
Por eso dice el refrán: “Más vale prevenir que lamentar”. Una frase que suena sencilla, pero que encierra una de las claves más importantes del éxito: la capacidad de anticiparse a los riesgos antes de que se conviertan en crisis.
Las empresas que prosperan, no son las que nunca fallan, sino las que aprenden a ver venir los fallos.
Ver venir el problema antes de que aparezca
Saben que una máquina se daña si no se revisa, que una factura puede atrasarse si no se controla, y que un cliente puede perderse si no se escucha.
Prevenir es mirar con ojos de futuro. Es preguntarse constantemente:
“¿Qué podría salir mal y qué puedo hacer hoy para evitarlo?”
Quien se hace esa pregunta cada día, evita los incendios antes de que empiecen.Y en el mundo empresarial, apagar incendios cuesta mucho más que evitarlos.
La prevención como estrategia, no como gasto
Hay empresas que ven la prevención como un costo innecesario: seguros, mantenimientos, auditorías, protocolos…Pero las más inteligentes la entienden como una inversión que garantiza continuidad.
Una revisión a tiempo puede salvar maquinaria costosa.Una capacitación puede evitar un accidente.Un buen plan financiero puede mantener la empresa en pie cuando el mercado se sacude.
Prevenir es cuidar el futuro con las acciones del presente.Y en ese cuidado está la verdadera rentabilidad.
Los refranes nacen de la experiencia, y este en particular es una advertencia universal:quien actúa con prudencia y visión, se ahorra lamentos.
En los negocios, no todo se puede controlar, pero todo se puede prever con inteligencia y disciplina.Porque cuando llega el problema, ya es tarde para improvisar.
Moraleja: “El empresario que se anticipa duerme tranquilo; el que confía en la suerte, no pega un ojo.”
– Don Refrán
