"Empepado"
Dicen los viejos del barrio que empepado viene de una señora famosa llamada Pepa, experta en exagerarlo todo: si cocinaba, recargaba; si adornaba, saturaba; si hablaba, se iba de largo.
Tanto así que, cuando algo quedaba saturado o pasado de detalles, la gente decía:
“Eso quedó como lo de Pepa.”
Hasta que la lengua mandó y lo dejó en: “Eso está empepado.”
Con el tiempo, la palabra se despegó de la señora y agarró otros matices:
Hoy en día empepado también es estar demasiado metido en algo o alguien: concentrado, enamorado o con la cabeza pegada a una sola idea.
Utilizandolo en fases como “Ese chamo está empepado con esa chama”, o “Estoy empepado con este proyecto, no he descansado.”
